Para muchos el montaje de una película consiste en «pegar planos». Sin embargo, nada más lejos de la realidad, aquí tienes 5 razones por las qué es tan importante el montaje y la postproducción en una película.
En un mundo tan complejo, cada día más, como es el del cine ( o la televisión ) tal vez sea bastante desconocida la labor fundamental que llevan a cabo los montadores, los editores y los profesionales de la postproducción de las películas.
Siempre nos quedamos con las anécdotas que se publican de las grandes peleas que hay, algunas veces, entre directores y montadores, o con que tal estudio o productor ha impedido entrar a la sala de montaje al director. Nunca salen publicadas las grandes colaboraciones que montadores y directores mantienen. Es lo habitual y es lo que lleva a conseguir grandes obras como las que cada año se premian en los Goya u Oscar. Para muestra estos ejemplos:
1.- Es donde se crea el ritmo. El elemento que permite que mantengamos la tensión en la película cuando es necesario o que sintamos mayor relajación cuando toca. Que estos elementos estén bien combinados, estructurados y permitan que las emociones que quiere transmitir la película lleguen al espectador de la mejor manera posible depende del ritmo que le damos a la película en la sala de montaje. Cuando una película nos aburre o se nos hace larga en ocasiones no es culpa del guión ( puede que también ) sino de la falta de ritmo.
Por ese motivo, una de las primeras prácticas que realizan los alumnos durante su curso de Montaje y Postproducción es poner ritmo a diferentes secuencias.
2.- Es donde se termina de escribir la historia. El montaje supone una nueva lectura de la película, por eso tanto montadores, directores como productores conscientes de esta posibilidad le dan tanta importancia. En la sala de montaje se puede estropear o arreglar una película. Se pueden solucionar graves problemas ocurridos en el rodaje. Pero no se pueden hacer milagros.
Cuando montamos, o editamos, una película podemos recortar, extender, eliminar y realizar un montón de operaciones más con las imágenes de forma que la historia que nos viene escrita en el guión se completa. Es donde depuramos el estilo con el que el director escribe la película.
3.- Es donde se da el aspecto visual final de la película. Sí, porque en esta fase es donde ajustamos el color, donde etalonamos, la película. Aunque el director de fotografía haga un excelente trabajo, las condiciones en que se rueda una película: exteriores, interiores, invierno, verano, diferentes horas del día, condiciones climáticas variables…hacen que cuando juntamos secuencialmente todas esas imágenes no siempre tengan el mismo aspecto de color y se noten variaciones que serían molestas o distraerían la atención del espectador.
Por ello, etalonamos o corregimos el color de los diferentes planos con softwares como Color o Davinci Resolve que nuestros alumnos aprenden durante el curso para conseguir una tonalidad uniforme en los planos o secuencias y que el espectador se centre en la historia, por una parte, y por otra para enfatizar con las tonalidades las emociones que queramos transmitir al espectador. Esta labor se hace colaborando el Director de Fotografía y el equipo de Montaje y Postproducción.
4.- Es donde se crea la ambientación sonora que envuelve al espectador y lo introduce totalmente en la película. Porque en esta fase no sólo hablamos de imágenes, hablamos también de sonidos que, junto al sonido directo de los diálogos captados durante el rodaje, se incorporan para crear una ambientación acorde al tono de la historia que queremos contar.
Multitud de efectos y músicas que gracias a los modernos sistemas digitales de postproducción de audio, como el Protools que se enseña durante nuestro curso de Postproducción, se graban por separado y montan en numerosas pistas que una vez ensambladas llegan a crear espectaculares bandas sonoras que formarán un todo con las imágenes reforzando a éstas para conseguir emocionar al espectador.
5.- Es donde se encajan todas las piezas. Para conseguir una buena película la única posibilidad es que se trabaje en equipo, que se colabore. El montaje final de todas las piezas se produce gracias a la colaboración de los diferentes departamentos involucrados: montaje, dirección, producción y, cada vez más debido a los efectos digitales, el departamento de fotografía, con un único objetivo: hacer la mejor película posible.
El resultado completo de ritmo, sonorización, combinación de efectos visuales, etc, sólo está finalizado tras el paso por el departamento de Montaje y Postproducción de la película, poniendo la guinda a mucho tiempo de esfuerzo y sacrificio, con resultados tan espectaculares como estos:
Por todos estos motivos, montar una película es una profesión compleja que supone algo más que «juntar planos».
Aún así, aquí tienes más información sobre la profesión de montador de cine con un vídeo mítico sobre los mejores montadores de la historia del cine.