Ayer nos acostábamos con el fallecimiento de nuestro antiguo alumno Roberto Pérez Toledo.
Durante el curso 2000 – 2001, ése en que el mundo se iba a acabar y los ordenadores dejar de funcionar, Roberto acudía a la escuela puntualmente cada mañana para estudiar Guión Audiovisual.
Desde su silla de ruedas disfrutaba de su gran pasión: el CINE. Con mayúsculas.
Desde entonces nos ha deleitado con multitud de obras cinematográficas, de diferente duración, y con una obra de teatro estrenada justo este enero.
Han sido 22 años haciendo lo que más quería en este mundo. Ahora Roberto ha emprendido un viaje a otro mundo donde podrá seguir contando historias. Así lo deseamos.
Roberto, descansa en paz.